jueves, 5 de julio de 2018

¿Los «Retellings» están de moda?

Para quien no esté familiarizado con el anglicismo «retelling», os doy una explicación breve y concisa: se trata de versiones nuevas que se hacen se otros libros, normalmente de clásicos, adaptados a las expectativas de la nueva generación lectora.

Pero, ¿los «retellings» -o las versiones de los cuentos- están de moda?

Hace un mes leí un libro, el cual me fascinó y me dio la magnifica idea de escribir lo que ahora estáis leyendo, llamado «Beauty and The Beast: Classic Tales about Animal Brides and Grooms from all around the World», editado por Maria Tatar, en el que podemos ver que hay centenas de versiones o «retellings» de uno de los clásicos que Disney llevó a la pantalla: «La Bella y la Bestia», desde las versiones romanas y helenas hasta las de Próximo Oriente.
Sin duda alguna, la versión más famosa, la que todo el mundo conoce y con la que tarareamos eso de «se oye una canción que hace suspirar...» es la francesa, de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve, en 1740. Pero, aunque haya gozado de una gran fama, no podemos decir que es algo original, sino que es una versión, ese famoso «retelling» que está ahora tan «de moda». 

¿Alguna vez dejó de estarlo, siquiera?

La magnífica historia de «la Bella y La Bestia» - la de Gabrielle- es ni más ni menos que una versión del mito de «Eros y Psique».

Afrodita era la diosa del amor y la belleza, pero había una vez una mundana de tal belleza llamada Psique, que a la diosa le dio una envidia muy mala y decidió mandar a su hijo Eros a que le lanzase una flecha para que se enamorase del más feo que hubiese en la mitología. Eros se queda prendado ante semejante belleza, se enamora de ella y decide llevársela, aunque no le revela quien es. Psique, como es normal, quiere descubrir de quien se trata y enciende una vela durante una noche en la que él está junto a ella, por lo que le cae cera y el dios del amor se enfada y se va, decepcionado.
La muchacha le pide a Afrodita que le devuelva el amor de Eros y esta, rencorosa, le envía cuatro tareas que son prácticamente imposibles de hacer para un ser humano.
Como cuarto trabajo, Afrodita afirmó que el estrés de cuidar a su hijo, deprimido y enfermo como resultado de la infidelidad de Psique, había provocado que perdiese parte de su belleza. Psique tenía que ir al Hades y pedir a Perséfone, la reina del inframundo, un poco de su belleza que Psique guardaría en una caja negra que Afrodita le dio. 
Psique, que es una humana muy especial, consigue el guardar la belleza, pero, pensando que si cogía un poquito, Eros la amaría más, decidió abrir la caja. Dentro estaba un «sueño estigio» que la sorprendió. Eros, que la había perdonado, voló hasta su cuerpo y limpió el sueño de sus ojos, suplicando entonces a Zeus y Afrodita su permiso para casarse con Psique.



Pero esto de contar lo ya contado no es una idea que se le ocurriese a la autora de la Bella y la Bestia, o los diferentes autores en todo el mundo que han versionado estas historias, sino que esta práctica ya existía mucho antes, gracias al interés que había de las fábulas romanas y helenísticas. El interés de las obras de Fedro (para el entorno latino) y de Babrio (para el entorno griego) fue muy grande. Los jóvenes, una vez completada su formación de gramática, emprendían el estudio de la retórica mediante los progymnasmata (præexercitamenta en latín), es decir, los «ejercicios preliminares», en los que se solía coger una fábula «desnuda» y los jóvenes tenían que amplificarla, abreviarla -ejercicios llamados amplificatio/abbreviato- o reelaborarla.
Quiero que nos quedemos con el término reelaborar, porque, finalmente, eso es en lo que se basan estos famosos «retellings» que están tan de moda y que tantos siglos llevamos haciendo, aunque sin ser conscientes de ello -tenéis que pensar, también, que antes no existían los derechos de autor-. 
Gracias a esos «retellings» que se hacían en el medievo, hemos podido conservar centenares de historias y de fábulas que, a lo largo de los siglos, nos han hecho comprender el mundo.
Hoy en día, sin embargo, estas reelaboraciones que encontramos no suelen ser de fábulas, sino de cuentos clásicos modernos que todo el mundo conoce, como Peter Pan, Alicia en el País de las Maravillas, La Bella y la Bestia, la Bella Durmiente, etc. 

No solo lo encontramos en la literatura, sino que también lo vemos en el mundo del cine, pero, ¿qué hay de interesante en esta nueva manera de recrear una historia?
Normalmente, en las antiguas reelaboraciones, la historia seguía un mismo patrón -solo hace falta leer el libro que os he citado al principio para darnos cuenta-, sin embargo, las reelaboraciones del siglo XXI llegan más allá de ser una simple reelaboración, sino que también se reinterpreta la historia, se crea un «¿qué hubiera pasado si...?», por lo que podemos encontrar los puntos de vista de loa villanos de las historias -tal y como pudimos ver en la película de Maléfica- o incluso tener una perspectiva actual de un cuento clásico, un Robin Hood del siglo XXI, unos tres mosqueteros distópicos -quién sabe lo que está por llegar-. Como vemos, la trama original sufre variaciones para adentrarnos a esa nueva y novedosa historia.

He aquí una serie de retellings, que ya sabemos que, aunque estén de moda, no son tan modernos, que podemos encontrar en pantalla y en literatura:

Pantalla:



No sé qué les pasa a los guionistas con la historia de «Cenicienta», pero ven en ella una oportunidad para sacar toda su imaginación y crear un centenar de versiones de este cuento clásico.

Sin duda alguna, la película que todo el mundo debería de ver es la de «Por siempre jamás» (Ever After), también conocida como «La Cenicienta Feminista».

Una de las series televisivas que han pegado fuerte con el tema de versionar estas historias es OUAT (Once Upon a Time). Por desgracia, yo no he tenido el privilegio de verla todavía -si la habéis visto, por favor, comentadme qué os parece la serie-.


Seguimos con los libros y, personalmente, creo que tenemos retellings de diferentes cuentos conocidos por todos en cualquier lugar.
Os voy a dejar algunos, ya que en este post quería centrarme en el hecho de que un retelling no es algo muy novedoso en la literatura, pero, si queréis que os hable de más, no dudéis en dejármelo en la sección de comentarios y vuestros deseos serán órdenes para mí.

 Por orden, de izquierda a derecha, se tratan de los retellings de Cenicienta, Caperucita Roja, Rapunzel y Blancanieves.
 Esta versión nos lleva más allá de Alicia en el País de las Maravillas, contando la historia de su descendiente 

De «La verdadera historia del capitán Garfio» creo que no hay mucho más que comentar. Evidentemente, podremos conocer esa versión tan desconocida de uno de los villanos de los cuentos clásicos. 








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