jueves, 28 de mayo de 2015

Larga vida a los libros.

¡Hola a todos y a todas!
Hoy os traigo una nueva entrada (por fin, Celia, por fin) en la que os voy a hablar de la charla que le di al curso de 1ºESO esta semana.
 
La charla consistía en fomentar la lectura, debido a que, desgraciadamente, muy poca gente lee hoy en día por gusto, y obligados tampoco, ya que los propios niños me dijeron que los libros que debían leer para la asignatura de Lengua y Literatura ni se los compraban, directamente iban a la famosa página donde puedes encontrar un resumen de lo que te propongas y leían un breve resumen con el fin de aprobar el examen.
 
La idea surgió cuando tuve que leer las Novelas  Ejemplares, escritas por Cervantes.
No me avergüenza decir que yo estaba realmente entusiasmada por varios motivos: el primero es porque no iba a leer Don Quijote, ya que siempre se asocia esta gran novela a este gran escritor, pero evidentemente había más para leer de él, y raras veces les daban una oportunidad en los centros educativos a ser leídos.
Otros de los motivos porque he descubierto que los clásicos no son aburridos y que leerlos puede producir un (permitidme la vulgaridad) "orgasmo literario", aunque sean complicados de leer.
 
Cuando me di cuenta de que la mayoría de los alumnos no eran capaces de leer un clásico fue cuando me alarmé. Todo se debe a la falta de lectura y del concepto que tienen de ésta y, asimismo, de la gente que lee, ya que muchos de ellos (de nosotros, querido lector) son etiquetados como "una especie extraña".
 
Personalmente, yo leía los libros de Tea Stilton cuando tenía entre unos 10-12 años, pero leía dos o tres al año como máximo.
Cuando una profesora me dijo que podía leer lo que yo quisiera (sin atender a las típicas listas donde tienes una serie de libros que puedes leer para subir tu nota) fue cuando me interesé por ver los libros que estaban de moda, y así fue cómo conocí libros como Los Juegos del Hambre, Buenos días, princesa, Canciones para Paula, entre otros muchos.
Precisamente era ese mensaje el que pretendía dar, NO IMPORTA LO QUE LEAS, PERO LEE.
 
imageEl mensaje lo di de una forma muy visual, con imágenes que hicieran pensar a los chicos y explicándoles lo positivo de la lectura, tanto en la vida diaria como en la escolar.
Posteriormente, lo que hice fue recomendarles una serie de libros (los que están en las imágenes) y para finalizar con buen sabor de boca y hacer que ellos participaran, realicé un pequeño juego llamado ¿QUIÉN QUIERE SER LITERARIO?
Conseguí, de esta manera, captar su atención y que los chicos me atendieran.
 
Para mí lo más gratificante fue el final de la charla, pregunté quién leería algunos de los libros que yo había mencionado y puedo decir que el más de la mitad de los alumnos presentes (había unos cien en la charla) me dijo que leerían algunos de los libros que había recomendado, e incluso una chica vino a preguntarme qué libros podía leer en inglés.
 
Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida como estudiante, y espero poder repetir la charla el año que viene, y que vean la lectura como algo maravilloso.
Unos de los libros que más llamaron  la atención
 


 


 

 
 
 

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